Voleskine Ventaniano. Relatos Cortos, reseñas literarias, musicales y cinematográficas.

martes, marzo 28, 2006

Máquina de escribir. Programa: Limites Primera parte (1 de 2)

EL CHAT DE LO QUE PASA EN MI CABEZA, by Ícaro
 
 
Reloj dice: 09:15 siempre llego tarde pero lo bastante pronto como para no poder poner una buena excusa por mi retraso.

Diario sobre la mesa dice: joder, menos mal, ya saben de donde vienen los subsaharianos, de Mauritania, algo es algo.

Café dice: Acceso directo al procesador de textos y escribe "Apreciado cliente..."

Pensando dice: Primum vivere, deinde philosophari. Siempre me decias lo mismo ¿recuerdas? Siempre, y no creas que lo olvido. Hoy se cumplen cuatro años sin ti ¿o deberia decir se cumplen cuatro años de tu muerte? Pero ¿qué muerte? Te has muerto tú, pero en mi sigues vivo. ¿Lo ves? Me he sentado frente al ordenador con el sano y aburrido objetivo de escribir una carta de negocios y no hago más que vivirte. La memoria dice: Negocio, negación del ocio

Algo (de repente) dice: Estados antónomicos son aquellos que tienen economías contrarias. Por ejemplo, España y Mauritania lo son.

Lucky strike con café dice: "Tal y como acordamos me pongo en contacto.."

Puesto en pie dice: No soporto ver que el día a día me llena la cabeza de tonterías y simplezas mientras que las cosas que realmente me interesan las dejo apartadas para una ocasión mejor. Luego vienen los sustos y las comidas de coco, todo lo que está pendiente acaba por aparecer, así de repente, cualquier día asomas la cabeza y ¡zas! te la cortan y en su lugar te ponen otra. Una venganza a la catalana, era a la catalana ¿verdad? Cuando los bizantinos asesinaron a Roger de Flor, despues de su muerte, los almogávares para vengar a su jefe saquearon toda Grecia al grito de "¡Aragón, Aragón!" y después sobre aquellos cadáveres fundaron Neopatria.

Disciplina y Lucky dicen: "Reciba un cordial saludo..."

Una suave ola de Marzo dice: Llamada y respuesta, llamada y respuesta.

Remordimiento (de repente) dice: Mentiste, era sencillo. Simplemente debías decir la verdad "Papá no trabajaré en la embajada de Panamá, rechazo el ofrecimiento y pasaré el verano en Santa Clara. No te preocupes, fue alagador que me propusieran ese trabajo pero no me apetece nada hacerlo". No lo hiciste, fingiste ir a Panamá y debiste construir una auténtica mentira. Él lo descubrió al instante llamando a la embajada pero tú todavía estabas tejiendo tu historia y algún tiempo después supiste la verdad: tu padre supo desde el primer día que le estabas mintiendo.