Voleskine Ventaniano. Relatos Cortos, reseñas literarias, musicales y cinematográficas.

jueves, marzo 09, 2006

Máquina de escribir. Programa: Limites Primera parte (1 de 2)

FOTO DE FAMILIA. Darinto

Sonrían, por favor Entras por la puerta con tu pequeña cintura enhebrada en el brazo de estibador de mi hermano. Breve encuentro es el nuestro en el que no hay emociones ni una acción interior, un encuentro que no entiendes a la primera y que nunca entenderás por mucho que se repita a diario. Hoy es un día de fiesta para ti. Has sustituido el babero azul con botones hasta la rodilla que te pones para trabajar, las zapatillas blancas y los gruesos calcetines de deporte, por ese traje de raso que al despojarlo de la torerita que lo cubre deja al desnudo tu espalda de ensueño inaccesible. Sé que tus miradas en las mías son simples coincidencias aunque las uses para pedirme que toque una vez más la Caminata en Fa Sostenido que, sin que lo sepas, he compuesto sólo para ti. Comienzo a tocar con rabia y mientras te alejas para esconderte con él en la selva, si en la selva, en la maraña gozosa de las sábanas, siento la música como una fuerza misteriosa que en ciertos momentos me arrastra y me desabotona el alma y le dobla cuidadosa el cuello y luego las mangas, para que no se me arruguen con esta desesperanza que me atora cuando os escucho. Ya no puedo más. Atrapado en tu red, vuelvo a hacerte el amor sólo con música. Con la música que compongo para ti, que me siento a escribir, escuchando en parte la de otros, como un ladrón de melodías. Pero mientras escribía las claves y las notas de ésta que sólo es nuestra, evocaba nubes y tulipanes de otras épocas en las que la música lograba hacerme feliz. Sin embargo, lucho por hacerme fuerte y por eso, mientras tu vientre de gacela se entrega al ritmo con una pulsión perfecta, hago que mi interpretación se agote repentina, prematuramente....El final de nuestra obra se encuentra en la partitura que escribí al cobijo cálido y palpitante, solitario como un útero, de aquel bar, mientras observaba eclipsado cómo una mujer arrastraba mimosa su mano por el pulido borde de la madera maciza de la barra. Trémulo de amor garabateaba los pentagramas que luego abandoné sabiéndome incapaz de tocártelos intactos para vuestro deleite. Breve encuentro es el nuestro durante el cual el reloj golpea el tiempo con ritmo severo, pero perdida entre los árboles que no te dejan ver el bosque, te encontrarás con que un día se acabará la música y el mundo volverá de repente. Allí estaré yo para contarte cómo él, tu hombre, con su aspecto de dios griego, vital y seductor, acapara todos los placeres de la carne, incluida la del director de la banda de música.... Abandono con desesperanza la banqueta de este piano que me recuerda sólo a ti porque me dicen que hacer algo difícil no es suficiente. Con el repentino silencio de la sala, se hace inevitable y estridente el ruido de un avión que me lleva sin remedio a pensar en un propósito, en otra escala, en cosas de la vida que se piensan en abandonar, pero que se recuperan con el primer café. Y eso haré, prepararme un café que me despeje y obre el milagro de enfriar mis ansias de venganza. En la radio suenan las noticias...por fin buenas noticias. Finalmente han detenido al violinista asesino.... ...el teclado es un frágil camino que une mundos extraños y galaxias aparentemente irreconciliables. ....Contad si son catorce y está hecho....