Voleskine Ventaniano. Relatos Cortos, reseñas literarias, musicales y cinematográficas.

lunes, junio 05, 2006

Máquina de escribir. Programa: Limites Primera parte (1 de 2)

Granada de tiempos. Francisco M. Aguado Blanco

El segundo tiempo que casi en secreto recorre mi cabeza es una mariposa de libertad de apenas dos milímetros entre alas. Es una declaración de guerra a la realidad del primer tiempo. En efecto; mi presente divídase en dos tiempos, ¡qué le vamos a hacer! Pues ocurre en las mejores familias. No pienso poner nombre, zoomorfizar el primer tiempo. Sería dar un ejemplo de fábula inútil para algo que todos conocéis: El tiempo de hablar de tu interlocutor mientras la mariposa es el que te tomas tú con la mente en volar hasta la frontera de no oírle. ¿A que todos me entendisteis? Es volar hasta que la palabra envidia te suene a endibia, político a mucolítico, asumir a invertir, yodo a yo doy, violencia a turgencia, te pego a te sueldo... Aún recuerdo un concierto de guitarra en Granada para ciento setenta reclutas que éramos. Atardecía. Un sol anaranjado, inefable de puro indescriptible, se colaba por los ventanales de las aulas-barracones mientras aquel amigo civil de nuestro coronel militar, lograba juntar mis dos tiempos en uno sin ser a golpe de ¡ar! Pudimos tener un bombardeo enemigo en esos momentos que ni mi mariposa, ni otras ciento sesenta y nueve, hubiesen echado a volar sujetas por anclas del pentagrama.