Voleskine Ventaniano. Relatos Cortos, reseñas literarias, musicales y cinematográficas.

miércoles, mayo 03, 2006

Máquina de escribir. Programa: Limites Primera parte (1 de 2)

VASHTI BUNYAN: “JUST ANOTHER DIAMOND DAY” . Por Carlos Carrión.

“Just Another Diamond Day” viene envuelto en un tono bucólico-pastoril típico de algunos cantautores de aquellos años hippies. Sin embargo el factor diferencial reside en la voz de su autora, una voz que parece estar exenta de delimitaciones espaciales y/o temporales y que acaba hechizando sin apenas esfuerzo en canciones deliciosas. No todos los días se encuentra uno con melodías tan dulces y misteriosas como las de “Diamond Day”, “Lily Pond” “Glory Worms”, “Winter is Blue“, “Love song” y, “I'd Like To Walk Around In Your Mind (mi favorita). Vashti Bunyan parece querer musicar un paseo por el campo a primera hora de la mañana en un en un disco por el cual fluye esa sensación de inocencia, de libertad ingenua que más de treinta años después ha servido de inspiración a una nueva generación de artistas (Devendra Banhart, Cocorosie , Joanna Newson). “Lookaftering“, de 2005, es la continuación de aquel disco publicado en 1970. Con una producción de orfebre a cargo de Max Richter (qué maravilla de arreglos), Vasthi Bunyan ensombrece ligeramente sus canciones para hacerlas más seductoras todavía. Si “Just Another Diamond Days” era como un canto a primera hora de una mañana reluciente, este suena a recogimiento nocturno, a último canto antes de irse a dormir. Tenue y misteriosa, intimista y acogedora, la música de Vashti Bunyan parece tan frágil como la llama de una vela y finalmente acaba convirtiéndose en ese espacio preciso iluminado por la vela. Porque lo cierto es que gracias a las once canciones de “Lookaftering”, uno puede decir con total seguridad que 35 años después, el hechizo no sólo ha permanecido intacto sino que ha aumentado. Y el punto de encuentro entre Animal Collective y Vasthi Bunyan lo hallamos en el E.P “Prospect Hummer”. Cinco canciones en las que los neoyorkinos se llevan a su musa de paseo por la luna en un trayecto plácido y ensoñador. Una debilidad personal: la canción que lo cierra, “I Remember Learning How To Dive”.