Voleskine Ventaniano. Relatos Cortos, reseñas literarias, musicales y cinematográficas.

jueves, abril 27, 2006

Máquina de escribir. Programa: Limites Primera parte (1 de 2)

Cap-i-cua. Ana Polar

Para Aguado, esta cinta de Möbius, por su "Siempre" Poeta perdido busca migas de pan que le lleven a casa. Casa podrida solicita urgentemente un trago del vodka más venenoso que encuentre para acabar con las ratas. Ratas que juegan con maderas y sonríen cuando ven que entra un aire cálido por la ventana. Ventanas que lloraban ayer, hoy suspiran torcidas y llaman por teléfono –para que las recoloque- al carpintero. Carpintero loco con sierra mecánica, busca víctima que desee serlo totalmente, sin posibilidad de utilizar el chantaje emocional como último recurso. Recurso literario flota en la casa como una pluma, subiendo, bajando, tropezándose con el final de aquel libro que su dueño no alcanzó a ver después de tirar de un manotazo las gafas y que le negó el éxito. Éxito inalcanzable enterrado bajo dos metros en el jardín busca desesperadamente margaritas que lo cubran, a ser posible que además tengan buena conversación. Conversaciones grabadas en la memoria que van y vienen hasta que en un golpe seco se transforman en gaseosas y se derriten sin desear nada. Nada repleta de palabras y silencios solicita mano que la mezca, preferiblemente, y si no es mucho pedir, de poeta.
Éxito inalcanzable enterrado bajo dos metros en el jardín busca desesperadamente margaritas que lo cubran, a ser posible que además tengan buena conversación.