Voleskine Ventaniano. Relatos Cortos, reseñas literarias, musicales y cinematográficas.

viernes, febrero 17, 2006

Máquina de escribir. Programa: Limites Primera parte (1 de 2)

Forja de Plaza. Francisco M. Aguado Blanco

*FORJA DE PLAZA.*

El confidente de palomas dio una voltereta en plena plaza. Pero no actuaba para ellas en tanto que a esas horas dormían. Argucias mágicas, atléticas, de un saqueador de botellas en los abiertos 24H.

El costo moral de interpretar ante un público tan hospitalizable como nocturno era que todos buscaban la ilusión de la noche, y todos se sentían afines al conocido perenne. Imitador terco de la pareja policial en ronda, se mimetizaba un tercio entre ellos, manos atrás, semblante serio, paso de oca. Hilaridad general, incluida la del propio dueto.

¡No habrían de quererle si creció con la plaza! Era un bandolero romántico de bandera al mando, entre batallones de heraldos inofensivos. Tela noble cayendo en cascada como rosas rojas de gules encelofanadas sobre azur de botellines ajenos con sonrisa a escaques. Consagraba cacanitos y bendecía calimochos con amplio sentido liberal, en inglés, francés o en el lenguaje de gobiernos sucesivos. Trabajaba de sanador extinguido; de sacerdote a pie de lluvia susurrando preces contra ataúdes de perros sin dueño; de demócrata español de buena tajada criado en floridos pensiles; de consagrador de primaveras entre hielos rutinarios y domésticos; de pariente de los novios en últimas copas de bodas; de mortaja de gente bronca y de sedas de princesas de luna; de pedir tabaco y dar fuegos; de sí mismo.

Lo nuevo no es la borrachera, sino a quiénes ella se agarra. Mientras todos permanecen ebrios entre panorámicas de la carne y el hueso, él diligente. Por la mañana vendría la demencia (con ella bebería) pero con el trabajo ya cumplido, los poemas agotados, las mil muecas expulsadas y las rosas vendidas. Y también el camión de la basura, que este lunes, al arrancar con la marcha trasera, le forzó a su última voltereta, a cambiar el destino en plaza hacia adelantes más merecedores de fama y éxito.